Astrología seria

Hola, ¿qué tal? este es el prólogo de todo lo que va escrito en esta web, porque no me quedo tranquila si no te hago una aclaración principal.

He venido a Sálvame a contar mi verdad

Lo que voy a decir ahora es de sentido común, pero como nunca te puedes fiar del sentido común, por si acaso lo comento: Yo comparto aquí reflexiones que me surgen de aplicar la astrología como herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal. Estas ideas son personales y no son fijas, con el tiempo voy aprendiendo cosas nuevas, corrigiendo algunas que no había entendido bien, encontrando nuevos enfoques, en fin, la vida es así. Lo que quiero decir con esto es que es muy posible que meta la gamba, es muy posible que haya conceptos que me crea que los he entendido bien y luego resulte que no. Por eso, si alguna de las ideas que hay aquí te interesa, o bueno, qué coño, si cualquier idea de cualquier lugar te interesa, es muy importante que la lleves a la experiencia para ver si te funciona o si no. No hay que creerse cosas ni rechazarlas sin comprobarlas, eh, un poquito de método científico.

Dicho esto, voy a explicar unos conceptos básicos de astrología que son fundamentales tener claros antes de meternos  con Signos, Planetas, ¿cómo le va a ir a Cáncer en el amor?  y todo eso.

¿Qué es la astrología seria, mis vidas?

La astrología es el estudio de los ciclos de los cuerpos celestes y su correlación con el movimiento de las fuerzas de nuestra psique. Entonces, ¿el movimiento de los planetas me afecta?

No, joder, no. La cosa no es que te afecte,  eso significaría que hay una relación de causa y efecto.  La idea es que son movimientos simultáneos: como se mueven los planetas, se mueven dentro de ti las fuerzas de la psique que ellos representan.

Como es arriba, es abajo. Como es adentro, es afuera

(Kybalión)

Pero entonces, si el movimiento de los planetas es el mismo para todos, ¿por qué no están todas las personas pensando, haciendo o sintiendo lo mismo?

Bueno pues porque cada uno de nosotros sintoniza con estas energías de una manera única. Imagina que los Signos del Zodiaco son doce frecuencias. Cada uno de nosotros sería como un aparato de radio que tiene una manera singular de sintonizar estas frecuencias. La manera singular de cada persona de sintonizar con las frecuencias de los signos se corresponde con la posición de los planetas en el cielo en el momento y desde el lugar del nacimiento, es lo que se llama la carta natal . Otra manera de verlo más poética, la carta natal son las cartas que te han tocado para jugar en esta vida y los movimientos de los planetas indican cómo se va desarrollando la partida.

Entonces, nosotros venimos al mundo con nuestra carta natal, con una esencia singular, pero qué pasa, que no vivimos en una burbuja. Crecemos en un determinado ambiente que condiciona nuestras creencias y nuestro comportamiento. Por muy hippies que sean tus padres y muy libre que sea tu escuela, algo de condicionamiento va a haber. Te vas a quedar con una idea de cómo se deben de jugar las cartas y eso está bien en un primer momento para aprender a relacionarte con el mundo, pero conforme puedes empezar a valerte por ti mismo llega la hora de quitarte esas capas de condicionamiento de encima y recordar quién eres, Simba.

Observar el movimiento de las fuerzas de la psique (representadas por los planetas) dentro de ti te sirve para hacerte consciente de cómo operas para que puedas cambiar lo que no te gusta de tu realidad cambiando tu manera de hacer las cosas.  No sólo cambiar las maneras de hacer las cosas que has aprendido de otros y no tienen nada que ver contigo, también cambiar aquellas maneras que has diseñado tú mismo porque en un momento te dieron buenos resultados, pero que ahora ya no sirven. Cambiar tu manera de hacer las cosas de manera que vayas creando una realidad que te hace sentir cada vez más completo, eso es recordar quién eres, es acercarte a tu esencia, es afinarte. Llevar esto a la práctica no es fácil y  tampoco significa que vayan a desaparecer los disgustos de tu vida, pero desarrollarte para ser cada vez más consciente y más completo, en mi opinión, es lo puto máximo.

Por si le surge a alguien la mítica pregunta de ¿y por qué los gemelos tienen la misma carta natal y  no son iguales?, te comento: En primer lugar, está jodido que tengan la misma carta natal exacta. La carta natal  se dibuja en el instante que el bebé respira por primera vez fuera del útero materno, por lo que lo más seguro es que haya por lo menos unos minutos de diferencia entre uno y otro, con esos minutos de diferencia ya hay cositas que cambian. Pero bueno, realmente eso no es tan importante. Aunque tuvieran una carta natal idéntica, lo que les va a diferenciar a uno y a otro es cómo la jueguen, es decir, cómo integren las diferentes experiencias que tengan durante la vida (que por muy pegados que estén no serán las mismas) de acuerdo con su condicionamiento y con su nivel de consciencia.

¿Qué es el nivel de consciencia?

El nivel de consciencia es cómo de consciente es una persona: cuánto se conoce y conoce cómo funciona el entorno que le rodea. En la medida en la que me voy haciendo más consciente de cómo opero yo como individuo y también de cómo operan los sistemas en los que estoy integrado (mi familia, la empresa en la que trabajo, el país, el mercado laboral, el Derecho, etc) es más fácil jugar, es decir, es más fácil crear la realidad que quiero. No es magia Borrás, es economía. De la guapa.

En cualquier momento a partir de tu nacimiento, la posición de los planetas en el cielo desde un lugar particular representa la “energía disponible”. ¿Disponible significa que puedo utilizarla? Sí, pero lo vas a poder hacer de manera satisfactoria para ti en la medida que conozcas cómo operan tus funciones planetarias. La astrología en sí es descriptiva, te explica lo que está pasando en el cielo en un momento y qué tal se lleva esa energía del momento con tu energía innata (la carta natal), pero que tú decidas desarrollar las funciones de la psique para sintonizarte con esa energía universal desde tu esencia es cosa tuya. Conócete, acéptate, supérate. Es la alquimia, loko.