La luna representa la función psicológica de protección y seguridad, la sensación de estar «a gusto» y sentirse querido. Es la madre porque esta función está marcada por tu primera experiencia con la fuente encargada de mantenerte con vida. No tiene por qué ser exclusivamente tu madre biológica.
Imagínate: naces, eres un ser absolutamente indefenso y vulnerable. Alguien viene y te da las condiciones necesarias para tu desarrollo. Esa primera experiencia de dependencia total y vulnerabilidad va a generar un mecanismo de defensa para toda la vida. Es decir, cuando en el futuro te sientas indefenso, vas a tener una tendencia a reaccionar repitiendo el mismo comportamiento que en el pasado te consiguió protección y afecto. Dicho de otra manera, vas a buscar a mamá. El comportamiento será más refinado, pero la base es la misma. Por ejemplo, si mamá venía a ti cuando llorabas, cuando te sientas indefenso en el futuro, te harás la víctima. O si tu mamá era severa pero te transmitía afecto cuando cumplías con tus obligaciones, de mayor te matas a trabajar porque inconscientemente piensas que si no cumples, no te van a querer. Si tu mamá te llenaba de besos cada vez que le enseñabas algo que habías hecho, ahora puede que busques el mismo afecto a través de likes.
Este mecanismo, que en astrología se llama mecanismo lunar, permanece inconsciente hasta que decides observarte y conocerte. Inconsciente para ti, claro, porque toda la gente que se relaciona contigo, aunque no te conozca desde la infancia, sabe si eras de los que patalean, de los que lloran, de los que se aíslan o de los que escupen.
Destetarte o «superar el mecanismo lunar» consiste en conocer tu luna, es decir, conocer qué es exactamente lo que tú necesitas para sentirte protegido y seguro y tomar la responsabilidad de proporcionártelo a ti mismo. Dejar de ir mendigando afecto de los demás para convertirte en tu propia madre.
Te lo cuenta Tony: