Luna llena en Piscis vibes

El signo de Piscis representa la abstracción, la trascendencia, la visión global, la disolución, la vuelta al todo. Es el opuesto complementario del signo Virgo, que es lo concreto, el detalle, el perfeccionamiento de la materia, qué hago con el tiempo y espacio.

Son complementarios porque no hay uno sin el otro, realmente son dos caras de lo mismo. Algo así como que las acciones cotidianas responden a un sentido trascendente o que lo espiritual se expresa a través de la materia.

Un ejemplo que me parece cuqui para entenderlo es una actuación de una bailarina de ballet. La bailarina perfecciona la materia, es decir, entrena el cuerpo, echa horas y esfuerzo en ensayar muchísimas veces hasta que los pasos estén lo más cercanos de la perfección que pueda y prácticamente automatizados. Todo esto es la cara Virgo. Ahora, si en el momento de la actuación la chica se para a pensar los pasos, la cosa queda floja. Lo trascendente, lo mágico, sucede cuando en el momento de la actuación ya no piensa más en lo que está haciendo sino que se deja llevar. Eso es la cara Piscis, es cuando el público dice OH DIOS MÍO o quizá BUA LOKO HAS VISTO ESO.

Es decir, lo que ha hecho nuestra hipotética amiga bailarina, igual que lo que hizo Amaia Romero en la final de OT,  es combinar Piscis y Virgo, expresar el espíritu en la materia.

Lo cachondo es que, en verdad, el espíritu se está expresando en la materia todo el rato, pero depende de nuestro grado de sensibilidad necesitar de cosas más o menos o más extraordinarias (es decir, del grado de perfección de la materia) para reconocerlo. Yo qué sé, hay gente que ve la actuación de esta muchacha y no le dice nada, pero luego hay otros que no salen de casa sin el alma puesta y reconocen la belleza del espíritu hasta en una bolsa del mercadona atrapada en una corriente de aire.

Con todo esto vengo a decir, que la luna llena en Piscis, cuyas vibes en 2019 van del 14 hasta el 28 de septiembre, es momento para dejarse shevarrrr  y conectar con ese algo más, ese nosequé.

¿Cómo se hace eso?

Realmente no es algo que se pueda «hacer que pase», es algo que más bien hay que «dejar que suceda«, pero para favorecerlo puedes dedicar tiempo en el día a cualquier actividad que te abstraiga, que te absorba, que haga que por un momento – ni que sea un mini segundito – te olvides de quién eres y dónde estás.  Puede ser meditar, colorear, bailar, cantar, pintar, ver un paisaje, escuchar música, darte un baño, barrer el suelo, en fin, yo qué sé, tú verás, la cosa es olvidarte del mundo por un momento, elevarte sobre tus pensamientos y – si Dios quiere – darte cuenta de que te estás preocupando por mierdas.

Espero que se haya entendido más o menos, pero de todas maneras, te dejo con el monólogo de Lester Burnham en American Beauty y con una canción de Mika que lo explican mucho mejor que yo:

I had always heard your entire life flashes in front of your eyes the second before you die. First of all, that one second isn’t a second at all, it stretches on forever, like an ocean of time… For me, it was lying on my back at Boy Scout camp, watching falling stars… And yellow leaves, from the maple trees, that lined our street… Or my grandmother’s hands, and the way her skin seemed like paper… And the first time I saw my cousin Tony’s brand new Firebird… And Janie… And Janie… And… Carolyn.

I guess I could be pretty pissed off about what happened to me… but it’s hard to stay mad, when there’s so much beauty in the world. Sometimes I feel like I’m seeing it all at once, and it’s too much, my heart fills up like a balloon that’s about to burst… And then I remember to relax, and stop trying to hold on to it, and then it flows through me like rain and I can’t feel anything but gratitude for every single moment of my stupid little life… You have no idea what I’m talking about, I’m sure. But don’t worry… you will someday.